TÚ QUE VINISTE DE LAS
ESTRELLAS
Por Wagner Borges
“Tú, que viniste de las
estrellas y diste el gran salto en el mundo de la materia.
Tú, que viniste de las
estrellas, que sacrificando tu propio origen cósmico, te refugiaste en un
vehículo de carne.
Tú, que viniste de las
estrellas y abandonaste la realidad universal para habitar el mundo de las
ilusiones.
Tú, que viniste de las
estrellas, y que ahora te sientes extrañamente solo, olvídate de todo y
entrégate a los llamados de tu Voz Interior. Escucha lo que tiene para decirte,
que nada es más importante, ni siquiera los compromisos con el mundo que
intenta distraerte de tu Visión Cósmica.
Descubrirás que, realmente,
no estás solo, que son muchos los hermanos de las estrellas que también han
venido para extender su mano y amparar con sus fuertes hombros, los pasos de la
Humanidad durante ésta época de transición.
Los reconocerás fácilmente,
las palabras no serán necesarias, tampoco necesitaras saber sus verdaderos
nombres.
Sabrás encontrarlos por la
afinidad de sus energías, por el llamado de sus corazones y por la profunda
identificación con sus sentimientos.
Tú, que viniste de las
estrellas, sientes ahora, en el canto más íntimo de tu alma, que llegó el
momento de encontrar, en la Tierra, a tu familia Universal, que llegó el
momento del reconocimiento, que llegó el momento de la reunión de todas las
fuerzas para la realización de la misión única, en la que todos nos hemos
involucrado, antes de que llegáramos aquí.
Abre tu corazón, despierta
tu consciencia dormida, toque su Ser Interior, deja que él hable, por encima de
todo, por encima del mundo, por encima de todos los conceptos que no le
permiten existir en toda su potencialidad cósmica.
Tú, que viniste de las
estrellas, que eres luz y fuerza, libérate, que llegó el tiempo de abrir las
puertas para una Nueva Era.
Tú, que viniste de las
estrellas, eterno viajante del espacio, compartiendo ahora con tantos otros
hermanos, una misión.
No te dejes perder
nuevamente en momentos inútiles que te traen, apenas, soledad, no te dejes
seducir nuevamente por las falsas luces del asfalto, asume tu personalidad
cósmica, extiende tus brazos, y en un único abrazo, envuelve a tu gran familia,
tu inmensa familia universal, y todos juntos, con plena consciencia de la
Unidad con tu Origen, cada quien con su parte de colaboración, cumplirá con
alegría y coraje, el maravilloso trabajo concientización de la Humanidad para
este nuevo milenio.”
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